La clase de talla más conocida del diamante es la talla brillante. Es una forma redondeada con un mínimo de 57 facetas. En la parte superior o corona, se encuentran, por lo menos, 32 más la tabla, y en la parte inferior o culata, un mínimo de 24. Esta definición exacta de la talla en brillante fue precisada, en el año 1969, por una comisión especial de la Confédération Internationale de la Bijouterie, Joaillerie, Orfèvrerie, des Diamantes, Perles et Pierres (CIBJO), para combatir la mala costumbre de denominar como “brillante” otras tallas redondas. No se puede considerar como talla brillante a diamantes de ocho o de dieciséis aristas, ya que, los costes de labrado de esta tallas, con menos de 57 facetas, son mucho más bajos que los de los diamantes-brillantes. El precio del tallado influye muchísimo en el coste de la piedra, tanto como el coste del material en bruto, sobre todo, tratándose de piedras muy pequeñas que son en las que suele darse la equivocación o el engaño.

La misma comisión especial del CIBJO se ocupó de las particularidades del lenguaje propio del tema : En primer lugar se decidió que en la denominación de una clase de talla ha de anteponerse siempre el nombre de la gema en cuestión. Por esto será correcto decir “diamante-brillante”, “circón-brillante”, “cristal de roca-brillante”, etc. Pero como en el lenguaje habitual el concepto de “brillante” se ha convertido en sinónimo de “diamante”, la comisión se hizo eco de este hecho y aclaró: “El término brillante sólo puede aplicarse al diamante, talla brillante”.

Por tanto, brillante es la denominación de una clase de talla, pero no la del material determinado. Es inadmisible utilizar los términos que se relacionan con la talla (brillante, baguette, rosa) sin agregar el nombre exacto de la piedra, a no ser, y como única excepción, que se trate del caso del diamante, en el que se permite utilizar la denominación de talla “brillante” sola, sin referencia al nombre de la piedra. Así, podemos hablar de un anillo con un diamante talla brillante de 0’50 quilates de peso, y referirnos al mismo diciendo: un anillo con un brillante de 0’50 quilates de peso.

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